viernes, 10 de agosto de 2007

EL AMIGO DEL DIABLO

El diablo nunca tiene amigos pero es que los alguaciles de los ayuntamientos tampoco tienen amigos. Los alguaciles de los ayuntamientos es el peor escardillo que pueda tener un ayuntamiento. Ahora no hay pero antes eran los que daban las malas noticias. Conque va un día un alguacil a llevar un recao a un cortijo en las afueras del pueblo, va anda que te anda, anda que te anda, y en mitá del camino se encuentra con el diablo y dice:
- ¿Ande vas?
- Yo pos voy ahí a dar una noticia y ande yo venga a dar una noticia, pos ya verás tú, eso no es na bueno. ¿Y tú ande vas?
- Pos mira, que estamos mu mal ahí abajo en el infierno... estamos mu malamente, no mueren muchos y to el que muere se va al cielo, no hay malos sentimientos. Y voy a la Tierra a ver si hago algo.
- Bueno, pos iremos juntos.
- Bueno.
Van andando y se encuentran a una madre que está llamando al niño:
- ¡Juanico, Juanico... Juanicooooo!
Y Juanico no respondía ni pa Dios. Estaba embebío con los chiquillos allí y le dice otro chiquillo:
- Juanico, que te llama tu madre.
Conque viene el chiquillo:
- Mama, mama... ¿qué quieres?
Y dice la madre:
- ¡No viniera el diablo y te llevara!
Y le dice el alguacil al diablo:
- Pos anda ahí tienes uno.
- Que tú te lo crees. Si me acerco a llevame al chiquillo, porque eso se lo dice y no le sale de la punta la lengua, la madre me saca los ojos. Vamos, vamos... que yo no quiero cuentos ¡pos casi na! digo quitale a su hijo. Conque siguen andando anda que te anda, anda que te anda, anda que te anda, y se encuentran a un matrimonio que estaban en una finca trabajando.
- Trate aquella herramienta p’acá mujer.
- Anda y ves tú, calzonazos; ves y tráetela tú.
- Mujer no seas así ¡válgame Dios! paece mentira... ¡pero que vayas y te la traigas!
- No, vas a ir tú si quieres.
- ¡Debería de venir el diablo y llevate!
Y le dice el alguacil:
- Anda pos mira, ¿y ese? Ese sí.
- ¿Ese? Pos no valen mucho el marío y la mujer... ¿a cuál me voy a llevar que el otro no me saque los ojos? Tú no entiendes d’esto.
Conque siguen pa’lante anda que te anda y hay unos novios que están echando un rato de plática y lo propio del diálogo, algo que no sienta bien.
- ¡No te quearas como yo sé!
Y dice él:
- ¡Pos anda que si me vieras malo el gustico que te iba a dar!
- Anda... debía de venir el diablo y llevate y quitate de mi vista.
Y dice el alguacil:
- Anda... pos llevate a ese.
- ¿Ese? Pos casi na, si yo le echara mano a ese ella no me dejaba ni jarapeto.
De modo que siguen andando y llegan los dos a la casa ande iba el alguacil y tocan:
- ¿Quién?
- Servidor. Pos nada... esta cita que traigo pa usté pa que se presente mañana sin falta.
- ¡Ay, debía de venir el diablo y llevate!
Y dice el diablo:
- Vente que tú eres mío, este si lo ha dicho de verdá.
Y se lo llevó al infierno.

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