viernes, 10 de agosto de 2007

MARIQUILLA TRIQUI

Una vez había un pueblo con otro más pequeño cercano y to los domingos iba el cura a decir la misa al pueblo más pequeño y a esa hora pos las mujeres se entretenían en estar barriendo la puerta. El cura pasaba y el cura se ponía emberritao perdío de ver la buena jembra que había en un cortijo en mitá del camino, que se llamaba Mariquita. Y un día no pudo aguantarse y le dijo:
- Buenos días Mariquilla triqui.
Y la pobretilla se puso colará como un pimiento molío ¡en la virgen! y dio una faldoná y se metió dentro la casa. Pos el cura dice:
- Bueno, si no es hoy será mañana.
Pero pasa otro domingo y igual:
- Buenos días Mariquilla triqui.
Si rabotá dio el primer día el segundo no fue más corta tampoco. Conque antes del domingo viene una fiesta y pasa otra vez el cura.
- Buenos días Mariquilla triqui.
Y si gorda dio la rabotá antes más gorda la dio aquel día, pero cuando vino el marío se lo dijo:
- Fulano, no quisiera decítelo pero yo no puedo resistir más. El cura me tiene... me tiene asediá; ya llevo tres golpes seguíos que pasa y me dice Mariquilla triqui.
- Bueno tú no te preocupes. Ahí tenemos el becerrillo, que no mame hoy.
Llega el domingo y pasa el cura y dice:
- Buenos días Mariquilla triqui.
Y ya estaban aleccionaos el matrimonio y le dice ella:
- Padre cura traca.
- Pos vamos dentro la casa.
Se mete el cura dentro y ya el marío se agarra una tizona y le dice:
- Señor cura quítese usté la sotana.
Se quita el tío la sotana.
- Quítese usté los pantalones y quítese usté la camisa.
Se queó el cura en pelota. Entonces dice el marío:
- Niña, tráete el becerro.
Y el becerro se lo colocó ¡y el becerro que estaba rabiando hambre! lo dejó al cura pasaíco, que no podía el pobre menease. Conque llega el cura a la iglesia a decir la misa y se caía. Y se ponían las beatas:
- Si es que es un santo, míralo... si es que es un santo, si lo lleva en la cara. Si eso es el amor de Dios.
Y el cura estaba que pillaba pájaros, lo que le habían hecho... Conque ya termina la misa y to las beatas dándole la mano y besándole la mano al padre... si aquello era un santo de ver como estaba espirituaico... ya lo había dejao el becerro bien preparao. Conque a otro día está ella barriendo y cantando y pasa el cura y dice:
- Padre cura ¿traca?
- ¡Mariquilla ni triqui ni traca! ¡El que quiera criar un becerro que compre una vaca!

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